Jannowitzbrücke quedó grabado,
en la retina de un pasajero,
cuando al asiento de aquel viajero,
olas inmensas le empaparían.
Y en la embajada que da a la calle,
en la azotea de sus secuelas,
pudo observase desde muy lejos,
pasos inciertos, miradas ciegas.
Jannowitzbrücke marcó
en mi cara,
la amarga niebla de la agonía,
quedando tiesa sobre mi espalda,
mal tatuada cierta manía.
Yo era tu Kim, tú me adorabas,
y en Escalona me lo decías,
palabras presas en la retina,
fotografías hoy detenidas.
Y fue el bochorno de esa tu playa,
la que kilómetros recorrería,
quedando en shock yo en mi parada,
momentos que ya nunca volverían.
Juro que nunca olvidaré aquel día,
y en mi memoria quedó grabado,
aquel abrazo que me darías,
y la promesa de venir a visitarme
algún día.
**Violetas que recuerdan,
y el recuerdo siempre mantiene vivo**
Iniciado el 27 de Mayo 2015 modificado 09 Julio 2015
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