Olor a porro, y a vaqueros desgastados,
En el salón studio de esa discoteca,
El gran Mick Jagger me comía con los ojos,
Yo me dejaba rebañar con las caderas,
Me sentí Uschi Obermaier en los 60,
Siendo la dueña del Berlín de la Komunne,
Olor a porro, a teclado y camisetas,
Siendo princesa de mi mundo y de tu mundo.
La pista mía, y la reina en mis entrañas,
Mucho más baile que poesía se veía,
Dos hombres míos, con un trío no valía,
Mi decisión, que tú nariz junto a la mía.
Cuando Mick Jagger empezó a mover el cuerpo,
Y yo a su vera movimientos repetía,
Tu me besabas lentamente por el cuello,
Y susurrabas picaronas letanías.
¡Ay esos ojos de ese Jagger destronado!,
¡Ay mi cabeza lamentando no ser Uschi!,
¡Ay esos Rolling en el 2000 reinventados!,
¡Ay que curioso es el Berlín empapelado!
¡Ay esos porros, esos besos, y esta Uschi!
Violetas rockeras, violetas ligonas, remember a los 60, un poco Ella pero sin serlo.
Desde la ofi .....
13 octubre 2014