Leí la palabra “salitre” y me imaginé tus manos,
araña la sal la epidermis de mis costras
y mis costas son tus
ojos azulados.
Dime tierra de monzones, si es que existe algún Dorado,
si sufrió mi Inés en vano,
si el navío embravecido quedó en buen puerto varado.
Cuéntame tierra de mangos, de guayaba y bananeras
qué escondes bajo la arena de ese sol dominicano,
que valiente capitán
con su lanza por bandera,
quedó prendido en acordes del más triste son cubano.
Llévame para Brasil, llévame para la selva,
ropajes no he de vestir cuando el corazón calienta.
Pagame un mate boludo, pues me marcho hacía Mendoza
tócame ese bandolón, mientras me besas la boca.
Cuéntame tierra hostigada, si en las llanuras de un valle
llegaré hasta el Machu Picchu y disfrutaré sus claves.
Llevo una llave colgada a la altura de mi pecho,
y me pongo bien arrecho si no vienes a mi lado.
Dame coca pa´subir a la
punta de la cima,
y que sanes esta herida con la cumbia y la bachata.
Por Europa me perdí, continente acelerado,
echo de menos el peso, las arepas,los habanos.
**Violetas que vuelan al otro lado de un charco, dónde le esperan violetas que son primas hermanas**
En algún día de otoño.
