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Mr.Nobody 2009 |
Odio las casualidades, y más esas que se cortan por la línea
de puntos con la tijera, como debe ser, y dejan un corazón simétricamente perfecto
y el otro vacío, hasta que cierras cicatrices y el tuyo vuelve a mantenerse entero
de nuevo.
Y en todo este camino de hilo
conductor entre tu cuerpo y el mío, pasé por diferentes puentes,porque era
difícil purgarme de ti besando a otros sin haber eliminado toda tu sal. Y
durante cuatro meses llevé mi relicario con orgullo muy junto a mi pecho,porque
es muy fácil mirar hacia otro lado mientras me entretengo. Y así una noche que
no pensaba salir a navegar me zambullí, en un revenido y bravo mar sin llegar
en ningún momento a hundirme, y comencé un viaje por el que todavía me
encuentro. Entonces descubrí el sabor agridulce de la costa de Alejandría y
decidí viajar más cerca. Tomé un tren y en una hora estaba en un lugar más
gélido que me llevó a lo inocente del centro histórico de la ciudad de Wroclaw,
bañada en un dulce licor de almendras y nueces. Cansada del frío pisé
Bucarest sin pisarlo y mimeticé con los vinos de la campiña francesa,
dónde asistí a una tertulia sobre la integración en la que me quedé a medias. Y
por un tiempo dejé mi mochila a mitad del viaje y decidí hacer una pausa. El
hilo se hacía más fino y a la vez más tenso, más lejos y más cerca a la vez. Se
convirtió de cadena a hilo de pescar. Y entonces decidí mimetizarme con mi
ciudad y entender a los autóctonos, sacando conclusiones erróneas y
contradictorias .Entendiendo lo poco que importa el origen y lo mucho la
autenticidad de tus pasos. Eché de menos el folk, el rock, las tabernas de pino
viejas, los tigres de los pub donde se quedan las pelusas pegadas, e
intenté desabrochar esa camisa de cuadros sin más resultado que una maravilla
de improvisación de guión de la vida. Y entonces eché de menos mi casa, y me
comí Madrid a bocados con todo incluido.Me fundí con sus llantas, aceras, y sus
edificios de ladrillo naranja. Tomé aire, volé y caí de golpe en el río de
nuevo y cuando esperaba hacerme la muerta para no pensar, apareció ante
mí la catedral de Colonia y trepe por ella cayendo después muy
rápidamente. Y ese hilo tan tenso vuelve a hacerse fuerte porque da igual lo
mucho que navegué mi, brújula siempre encontrará un momento para detenerse y
recordar que mi lugar favorito en el mundo era tu pecho.13.50
Violetas de color Betadine.
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